Burocracia y política.
En el estado moderno el verdadero dominio se encuentra en manos de la burocracia, tanto militar como civil, que es una “empresa” con tanta propiedad como una fabrica, en esto consiste si rasgo histórico especifico. La disposición de los medios esta en manos de aquel poder al que el aparto de la burocracia (jueces, funcionarios, oficiales, etc.) obedece o a cuya llamada atiende; aquel aparato igualmente característico de todas aquellas formaciones y cuya existencia y función están ligados indisolublemente, tanto como causa como efecto, a aquella “concentración de los medios materiales de explotación”, o, lo que es mas, cuya forma constituye. Socialización creciente significa burocracia creciente.
Las realidades de las políticas de partido y la falacia del estado corporativo.
Tanto dentro de los partidos políticos como de la economía y de la administración publica, el proceso de burocratización progresa en el mismo sentido, en los primeros son los portadores mas importantes de la voluntad política de los elementos dominados por la burocracia (los ciudadanos), por lo que es imposible eliminar la lucha de los partidos si se pretende que no desaparezca al mismo tiempo la representación popular activa. En la democracia de masas solo las personalidades independientes, genuinamente calificadas, están llamadas a ejercer el liderazgo. El aparato del partido no es un objetivo en si mismo, sino una herramienta en manos de un gran político, gracias al cual podía ganar el apoyo del pueblo para sus propios fines. Solo un dirigente poderoso podía tener apoyo popular a través de elecciones, en virtud de su carisma personal, y el gobierno de este líder, con un aparato burocrático detrás es la forma, según Weber, más acabada del desarrollo de la moderna democracia de masas.
Los partidos políticos pueden apoyarse en 2 principios internos básicos:
1) son esencialmente organizaciones patrocinadoras de cargos, lo que consiste en llevar a sus jefes por medio de