El objetivo más importante para la economía japonesa después de la Segunda Guerra Mundial consistió en recuperarse lo antes posible de la devastación y del letargo en el que entro después de la derrota de 1945. Un objetivo adicional fue el de transformar la industria de guerra en una industria de paz con una nueva estructura. Se le conoce al milagro económico japonés, el periodo durante el cual la economía japonesa creció a una media de 10% por año, muy superior a la tasa de crecimiento de los países desarrollados, entre 1950 y 1974.
Es importante recalcar la situación desesperada del Japón al final de la Segunda Guerra Mundial, con cerca de tres millones de muertos en una población de 73 millones al principio de la guerra, y pérdidas materiales con la destrucción de la mayor parte de las grandes ciudades. Aunque en sí sólo lo hiso regresar al nivel que tenía en 1935, y le permitió progresar en ciertos sectores, como en la producción del acero que doblo durante la guerra de 3 a 6 toneladas para disminuir al final sólo a 5.6 toneladas. Asimismo la mano de obra especializada no fue movilizada con fines militares, lo que le permitió mantenerla intacta y disponible después del conflicto. Fue durante la guerra que se generalizó el proceso de “maquila” que asegurará al sistema una flexibilidad y su re-actividad durante el crecimiento económico, igualmente fue cuando se logro establecer un sistema de financiamiento original el cual consiste en hacer de una banca el dador de crédito privilegiado con condiciones ventajosas a cambio de ver la gestión de la empresa (Sistema del Banco Principal). Por último la intervención del Estado se prolonga después de la guerra con el control administrativo logrado por medio del MITI (Ministerio de la Industria y del Comercio).
La ocupación americana en Japón durara de septiembre 1945 hasta abril 1952. En un primer tiempo los EEUU buscarán democratizar la sociedad japonesa, desmantelando los zaibatsu e imponiendo una nueva legislación.