Reseña - un franco, 14 pesetas
“Un Franco, 14 Pesetas” cuenta la historia de dos amigos de origen español que decidieron emigrar a Suiza en la última etapa del franquismo, una época que está marcada de una economía dramática, cuyas consecuencias desembocan en una hambruna inmensa. Martín (Carlos Iglesias) y Marcos (Javier Gutiérrez) viajan al extranjero, en busca de una una vida mejor encontrando y descubriendo allí una libertad desconocida para ellos. En esta película el actor premiado, Carlos Iglesias, sobresale con su debut como director y guionista asimilando sus propias experiencias de su enfancia en Suiza. La película muestra las diferencias de cultura y de mentalidad existentes entre los conceptos morales de España y Suiza, que salen sobre todo a la luz con el desenfado sexual de los suizos, en comparación con el recato imponido por el régimen franquista. Carlos Iglesias, cuyos padres emigraron en los años 60 por los mismos motivos como los protagonistas, rodó una gran parte en su finca suiza, donde se crió, y en los mismos escenarios, donde todavía viven 120.000 españoles.
Con la llegada de su hijo Pablo y la esposa de Martín, Pilar (Nieve de Medina), y de la prometida de Marcos, Carmen (Àngela del Salto) la vida de hombres solteros termina y se abre otro período en Suiza que es marcado de un trabajo monótono en una fábrica. Simultáneamente Pablo empieza a integrase yendo al colegio. La muerte del padre de Martín representa un hito en la vida de los emigrantes y la vuelta a la patria se vuelve inevitable pero tampoco no tan fácil como la ida...
Para Carlos Iglesias el regreso a España significó un trauma en lo que se refiere a la libertad perdida y sobre todo a la falta de tolerancia. Él y su familia, así como otro cuatro millones de emigrantes españoles que regresaron del exilio, tenían que luchar para integrarse en su propia patria que fue caracterizada por un sistema totalitario.
El tema a tratar de la emigración por motivos económicos y