Monsieur
La preparación presenta, como característica primaria, el aspecto de que es una operación altamente repetitiva pero con alta aleatoriedad en el contenido de cada pedido. En consecuencia, su diseño debe satisfacer las exigencias que surjan del óptimo balance entre los factores preparador–velocidad–recursos–tiempo–lugar.
A medida que ésta se hace más intensiva, la baja o incorrecta metodización genera todo tipo de ineficiencias, exponiendo al preparador a situaciones extremas. Son procesos que suelen generar rutinas costumbristas e individualistas sin una visión de conjunto ni integración de esfuerzos. Esto se agrava cuando para alcanzar determinadas metas operativas, se prioriza “el esfuerzo y el empuje” a la técnica y el método, como medio para cumplir con esta necesidad en forma eficiente y eficaz.
La improvisación y las exigencias por sobre la capacidad óptima de preparación se pagan con caídas de productividad y mayor nivel de error. Este es un problema típico de conducción del sector y de su supervisión.
· Instalaciones y Equipamientos inadecuados.
En este análisis se pueden presentar dos frentes. Uno es el que refleja los condicionamientos del lay-out y su integración sectorial, con claras consecuencias en la capacidad operativa del sector y del operador. El otro se refiere al ambiente o micro entorno del preparador que lo condiciona de múltiples maneras (iluminación, temperatura ambiental, ruidos, corrientes de aire, posición de trabajo, esfuerzo físico, tensión, seguridad, etc.). En este punto se deben verificar las normas de Seguridad e Higiene y las de la OIT vigentes en este sentido; son conceptos directamente asociados con los métodos aplicados. Los suplementos a las tareas operativas tienen en cuenta estas situaciones reflejando cómo la persona puede alcanzar su máxima eficiencia y eficacia. La automatización, mecanización e informatización minimizan esta última necesidad; no obstante, tiene como contrapartida