Hussard
I. Compréhension du texte
1. Al llegar a casa de su tía, la joven mejicana se sintió muy triste. Estaba dándose cuenta de que su vida iba a tomar un giro de trescientos sesenta grados y que iba a ser muy diferente a la que vivía antes. Se encontraba en otra casa que la suya, en una ciudad muy grande «gigantesca», poco grata «inhóspita» y desconocida. Hasta ahora, se había pasado el tiempo viviendo en un pueblo con su padre. Pero tenía que estudiar a la universidad y su única oportunidad era ir a la capital. Cuando se despidió de su padre, tomó conciencia de que estaba viviendo una etapa importante: para ella empezaba un nuevo capítulo de su vida «ante mí se abría una nueva vida». Se sintió triste y perdida porque dejaba sus raíces. El futuro, para ella, era algo desconocido. No sabía como las cosas iban a desarrollarse. Tenía que acostumbrarse a este cambio y debía arreglárselas sola: «tenía mi destino en las manos».
2. Su tía Angélica le presentó la vida en la ciudad. Tenía un punto de vista duro, realista «ahora va a peor» y se lo dijo de manera franca. Pero le dio también consejos «debes cuidarte de todo» y la animó «no darte por vencida a las primeras dificultades». Pienso que la tía quería que la chica tomara conciencia de que tenía que ser valiente y muy fuerte frente a las dificultades. No debía desanimarse «aquí sólo sobreviven los más fuertes».
Era imprescindible que entendiera la necesidad de luchar para enfrentarse con los problemas que podían surgir «hay muchas solicitudes y pocas vacantes», y la necesidad de trabajar para conseguir un oficio «tú misma irás viendo dónde puedes encontrar un empleo».
3. El recuerdo de su primer encuentro con el primo Mario no fue bueno puesto que no se sintió muy a gusto. Se puso roja «el rubor me cubría las mejillas» porque Mario se divertía mucho mirándola con insistencia «de pies a cabeza». Era un chico burlón. La joven nos hace una descripción corta pero precisa del chico «alto, esbelto y de larga