El crimen
Cartel en una calle de La Habana. | Fernando
“Durante varios años el Gobierno se ha acostumbrado a desinformar a la comunidad internacional. Esta es una práctica común y necesaria ante los ojos del Gobierno. Es lamentable que en el caso de Zapata Tamayo (disidente cubano muerto en huelga de hambre en 2010) no se le respete ni la muerte,” asegura Roberto Hernández del Llano, mayor de la inteligencia cubana graduado por la KGB que durante décadas se dedicó a reclutar agentes de la CIA en América Latina para Cuba.
Días después de que el Gobierno de Cuba divulgara un vídeo de nueve minutos donde intenta demostrar que el preso Orlando Zapata Tamayo recibió en todo momento el tratamiento médico necesario, miembros desertores del Gobierno de los hermanos Castro explican que la difamación es una práctica habitual. Alcibíades Hidalgo, ex jefe de despacho del presidente Raúl Castro opina que el vídeo demuestra la culpabilidad del mismo Gobierno, “si en verdad fuera un preso común no tendrían que montar toda es parafernalia y buscarle explicaciones.”
Todos son sospechosos
Según revelan estos ex altos funcionarios del Gobierno castrista, Cuba tiene un amplio ejército de servidores que se dedican a espiar a la sociedad. Hernández revela que “todo ciudadano es sospechoso y es vigilado. Más aún si está preparado, si tienen la posibilidad de viajar y si tienen contacto con extranjeros.”
Patricia Vila, antigua productora de la cadena estadounidense CNN en La Habana recuerda como sus conversaciones en la oficina eran escuchadas. “En una ocasión, la antigua corresponsal Lucia Newman y yo estábamos planeando un especial de la vida cotidiana en Cuba y sólo lo habíamos hablado entre las dos y la sede en Atlanta. Fue muy cómico cuando nos llamó el ministerio de relaciones exteriores para ayudarnos con el especial.” Diez años después tras convertirse en la portavoz y directora de comunicaciones de Generación Cambio Cubano, una